Poeta y combatiente, en su poesía y en su vida se juntan los caminos: cielos y tierras, amor y lucha, y arrojan una síntesis de vitales experiencias. Sus veneros poéticos están en todas partes donde el hombre se esfuerza por conquistar su propia estatura y construir un mundo en el cual la libertad y la esperanza no sean mitos, sino realidades.
“Un poeta del amor y del combate”
(Huberto Alvarado)
Otto René Castillo es ante todo un poeta del amor. Este amor no es sólo por un ser amado. Con humildad y con humanismo (más allá de lo “patriótico”) decidió vivir vida votiva. Para mí hay en Otto René Castillo un sentido de Patria que yo suelo experimentar, impecable y diamantina, lopezvelardeana, íntima y elevada y personal, sentido casi misterioso y mítico, mucho más que mapas y geografía. [...] vivió con una concepción de su empeño y desempeño poéticos sin relación alguna con la “poesía revolucionaria”. Está en una línea emocional y mental que a veces siento melancólica y nostálgica, sin sentimentalismo.
“Otto René Castillo”
(Luis Cardoza y Aragón)
El amor en la poesía de Otto René Castillo es algo más que la simple exaltación de la relación hombre-mujer: es la reafirmación constante del sentimiento de la vida, contrapuesto en todo momento a la injusticia, a la tristeza y a la muerte. [...] su obra quedará como un espléndido testimonio de pasión, confeccionado en el lenguaje necesario para conmover a los hombres de este tiempo en que él, como los precursores y los adelantados de siempre, pasó como una ráfaga de fuerza y de autenticidad.
“Otto René Castillo. Su ejemplo y nuestra responsabilidad”
(Roque Dalton