El maestre de la Tonante, el llamado Cabeza de Piedra, era un hombre de hercúleas proporciones, que podía rivalizar, en cuanto a desarrollo muscular con un gorila africano. Su barba era entrecana e hirsuta. Lo que más llamaba la atención en él era las enormes dimensiones de su cráneo, cosa corriente en los bretones. Cabeza de Piedra había tomado parte muy activa en los combates contra los ingleses, luchando junto al barón MacLellan, a la cabeza de los corsarios de las Bermudas. Detrás de él veíase a un joven marinero, moreno, con ojos y cabellos negros, y a dos jóvenes de elevada estatura, rosado cutis, cabellos y bigotes rubios y ojos azules; eran dos hessianos, soldados mercenarios, venidos de Alemania. Frente a ellos veíase a sus cuatro contrarios: maestre Davis, hombre corpulento, de unos cuarenta años, con enorme barba oscura y tipo de mestizo; era un famoso guía canadiense, gran conocedor de todos los lagos de las regiones del Norte y al que el general Washington había tomado a su servicio creyéndolo honrado y leal. Los otros tres eran también hombres fornidos, anchos de espaldas, estatura gigantesca y facciones poco atrayentes.
- Editorial Porrúa #563
- Colección "Sepan Cuantos"
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