“Hasta aquí se consideró el contenido de las fuentes jurídicas como la regla jurídica independiente, por consiguiente, como algo dado. Pero para que esta regla pase a la vida, es menester que hagamos algo de nuestra parte, que la captemos de determinada manera. Esta recepción de la norma en nosotros puede dar lugar a las aplicaciones mas diversas: el hombre científico a la elaboración de la ciencia en múltiples formas; en el juez a sentencias y su ejecución en el particular al establecimiento de sus relaciones vitales en determinada forma. La particularidad de cada una de estas elaboraciones es ajena a nuestra tarea; pero a todas ellas les es común el modo determinado de recoger el contenido de las fuentes jurídicas”.
Editorial Leyer, Bogotá Colombia, septiembre 2005, 150 páginas.