Comte es uno de los grandes representantes de la filosofía de las ciencias, de la filosofía científica. En Comte la ciencia se trueca en técnica, y la técnica ha de ponerse al servicio de la humanidad. El destino práctico del conocer es la exaltación de las dignidades humanas. La doctrina del fundador del positivismo es, sin asomo de duda, una suerte de filosofía de la práctica. Su humanismo es inseparable de una concepción historicista. La ley de los tres estados es la formulación sistemática de su idea de que la historia evoluciona.
La doctrina de este pensador es el primer gran sistema filosófico de la sociedad industrial; un sistema, por cierto, que declara a la humanidad como fuente renovadora de valores. La conciencia histórica, la excepcional vuelta al objeto, la idea de que existe una interdependencia de las ciencias, el hecho de que el hombre es un ser explicable por el contexto social al que pertenece son, entre otros, aciertos que vitalizan la filosofía positiva.
Editorial Porrúa
Colección "Sepan Cuantos"