La mesura y la delicadeza con las que Emilio Salgari trata en sus novelas todo lo que atañe al amor ya las mujeres, características del más puro de los romanticismos contrasta de manera tan patente con los despliegues positivamente salaces de augurios émulos actuales de la novela negra y /o de la novela "política de aventuras", que el hecho de leer con agrado, con verdadero deleite, la obra del veronés, representa en sí mismo un reencuentro con la apreciación de ciertos valores del espíritu. Lejos de ser tratadas como objetos, en el amplio sentido del vocablo, las heroínas de Salgari, aunque con parecida tendencia a convertirse en arquetipos como los héroes son seres humanos dignos de toda consideración. Algunas Son de una sola pieza, esto es, la bondad o la maldad personificadas, como la Duquesa de Éboli y Haradja, respectivamente; pero siempre con albedrío y personalidad propios, y siempre hermosas. Cuando son buenas, como Mariana, Honbrata o Surama, su femineidad late en la delicadeza, la ternura e incluso el desvalimiento de que dan muestras. Otras, sin dejar ni por un momento de ser femeninas, prueban que tienen el mismo valor y la misma destreza que los héroes masculinos, como la Duquesa de Éboli, Yolanda y, precisamente la capitana del "Yucatán”. La acción de esta novela se desarrolla por los años 1898 o 1899, en plena guerra de Estados Unidos contra España; contienda que tuvo por escenario tanto las Islas Filipinas como Cuba. La heroína de esta obra, llamada Dolores, es marquesa del Castillo por su matrimonio con un español ya finado, e hija de un almirante mexicano y de una gitana andaluza. Es propietaria de un buque llamado el "Yucatán" y está de parte de España en la lucha. Está encargada de una misión peligrosa: llevar armas y parque a los españoles al puerto de Santiago, burlando la vigilancia de los yanquis que merodean por el Golfo de México con su poderosa armada y que incluso han sitiado ya plazas muy importantes de la isla. El segundo de a bordo se apellida Córdoba, es un hábil marino y un aliado fidelísimo de la Capitana. Parten de la península yucateca, región ya descrita por Salgari en una de las aventuras del Corsario Negro ya la que aquí se refiere con precisión, salvo algún error en los nombres geográficos que, por lo demás, es atribuible al traductor o a los impresores.
- Editorial Porrúa #567
- Colección "Sepan Cuantos"
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