Parecería que ha terminado la época del romanticismo penitenciario y que hemos perdido la fe en el ser humano, perono es así, todavía es mucho lo que se puede hacer con vocación y buena técnica, pues no bastan los buenos deseos ni las abnegadas intenciones.
Estamos concientes del estado actual de los reclusorios
- Editorial Porrúa
- México
- Primera edición, año 2005
- 459 Páginas
- Portada flexible